¿por qué no quiero ser gobernado?, ¿por qué ponerle rejas a la humanidad? ¿por qué alimentar la megamaquina belicista que nos somete a proteger pedazos de tierra que podriamos compartir como hermanos?, pero es por esos mismos recursos por los que morimos en el día a día, vertiendo sangre de inocentes en nombre de una bandera, de un partido y en beneficio de quienes los han de explotar.
Desde el momento en que nacemos, somos enumerados y medidos según nuestras capacidades, producimos y consumimos lo que hemos producido para el beneficio de nuestros gamonales que rigen éstas vastas tierras y sus riquezas. Es ahí donde la costumbre legitima a las múltiples formas de esclavitud asalariada. Nos inculcan el respeto al orden, a la autoridad, al gobierno; con sus dioses nos hacen creer que somos necios, incapaces y torpes para prometernos a nosotros mismos una verdadera coexistencia social.
Pero seguimos siendo torpes al caer en el juego macabro de éstos procesos de adoctrinamiento por parte del poder que en sus esferas más altas, trata de promover la avaricia, el egoísmo, fabricando guerras que logren preservar su dominio, creando y desarticulando ideologías para mantenernos alejados de nosotros mismos, levantando fronteras que serán protegidas por nosotros y por nuestros hijos, alimentándo el odio y devastando a la humanidad con cifras innumerables de muertos, pobreza y hambre.
Me pregunto si tus consignas significan algo en los oídos del oprimido que ve con recelo tus disputas de poder, si sus necesidades podrán ser sanadas por la decisión de un líder y de sus politequerías que se concentran en meros objetivos populistas de corto plazo. Estatización de los mismos recursos que le ponen fin a nuestras vidas como individuos para dar paso a la vida de esclavos, ésta vez, de la dictadura proletaria.
A nosotros, los libertarios (ácratas), nos llamaron parásitos sin conceder vista alguna a quienes se alimentan de la estructura del poder, de los partidos políticos, de los conflictos sociales para establecer su usual proselitismo, de aquellos que ensanchan sus bolsillos gracias a la lucha sindical cobrando cupos a sus representadas obreras. Por tal motivo, creemos que toda ésta crítica es producto de una falta de análisis, del minúsculo criterio o la poca iniciativa de autocrítica que tienen éstos impecables dioses de la lucha social.
¿Nos quieres guiar?, ¿nos quieres gobernar?, si la respuesta es afirmativa te responderé para desconcertarte: “Ser gobernado es ser observado, inspeccionado, espiado, dirigido, sometido a la ley, regulado, escriturado, adoctrinado, sermoneado, verificado, estimado, clasificado, censurado y ordenado. Ser gobernado significa con motivo de cada operación, transacción o movimiento, ser anotado, registrado, contado, tasado, estampillado, medido, numerado, evaluado, autorizado, negado, endosado, prevenido, amonestado, reformado, reajustado y corregido. Es, bajo el pretexto de la utilidad pública y en nombre del interés general, ser puesto bajo contribución , engrillado, esquilado, estafado, monopolizado, agotado, vendido. A la más ligera resistencia o a la primera palabra de queja: es reprimido, multado, difamado, fastidiado, puesto bajo precio, abatido, vencido, desarmado, restringido, encarcelado, tiroteado, maltratado, juzgado, condenado, desterrado, sacrificado, vencido, traicionado, ridiculizado, ultrajado, burlado y deshonrrado.
No somos radicales, somos exigentes. Quien desee poner frontera a sus sueños se habrá convertido en un cobarde que camina hasta donde la luz llegue. Porque no es como uno vive sino como uno muere, enfrentando esas limitaciones, nuestras excusas. Despues de todo, se vive en la lucha y no de la lucha.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario